La tecnología para la conservación, esencial para proteger la vida silvestre y aprovechar los recursos pesqueros de forma sustentable

El conocimiento científico, el trabajo sistemático y la dedicación son indispensables para alcanzar los fines en una tarea de conservación. Monitorear de forma oportuna las poblaciones de una especie migratoria, vigilar una extensa zona marítima para evitar la pesca ilegal o restaurar gradualmente un arrecife, además de ser actividades altamente desafiantes, requieren del uso de la mejor tecnología. Sin ésta, muchos de los esfuerzos quedarían en simples intenciones y su impacto no sería duradero.

Es por ello que nuestra tarea de conservación en el noroeste de México siempre ha estado vinculada a la tecnología. El uso de recursos tecnológicos para la vigilancia tiene por objetivo incrementar el cumplimiento pesquero y ambiental en los ambientes costeros y marinos, tanto en su zona de influencia como en las zonas de pesca.

La aplicación de tecnologías para fines ambientales y de conservación parten de un diagnóstico acerca del objeto a conservar. Es indispensable la gestión con las instituciones involucradas, impartir capacitación a las autoridades  y residentes de la localidad de que se trate, y sin duda, contar con un financiamiento para el mediano y largo plazo. Esto permite que la inversión en tecnología e infraestructura para fines de conservación tenga sentido y rinda los frutos esperados.

Actualmente, en Pronatura Noroeste tenemos actividad de intervención con recursos tecnológicos en 16 Áreas Naturales Protegidas (ANP). En gran medida, esto se orienta a labores de monitoreo, supervisión, inspección y vigilancia en zonas expuestas a la sobreexplotación de recursos y a la pesca ilegal, gracias al uso de radares y sistemas que permiten registrar el comportamiento de embarcaciones en dichas áreas, entre otras cosas. 

El uso de tecnología nos permite colaborar de forma pertinente con entidades como la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (CONAPESCA), la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) y la Secretaría de Marina (SEMAR). Toda la información recabada es puesta a disposición de las autoridades correspondientes a fin de que cuenten con elementos que les permitan una efectiva aplicación de la ley ambiental y pesquera en las áreas protegidas de nuestra región. 

Uno de los instrumentos que utilizamos es el sistema M2, también conocido como Marine Monitor, conformado por una cámara de largo alcance, radar y software para registrar el movimiento de embarcaciones que ingresan a determinadas zonas, a fin de detectar posibles actividades sospechosas, como la pesca ilegal. Asimismo, contamos con un dron modelo Edge 130, de 130 cm de envergadura, velocidad crucero de hasta 100 kph y capaz de alcanzar una altitud máxima de 3,650 m. Esta herramienta es útil sobre todo en áreas  inaccesibles y para verificar lo detectado por otras tecnologías. 

Entre las especies que logramos proteger mediante la tecnología para la vigilancia están las especies que habitan los Parques Nacionales de Bahía de Loreto y Cabo Pulmo, las pesquerías de almeja chocolata (Megapitaria squalida) en el complejo Altata-Ensenada del Pabellón, así como el erizo rojo (Mesocentrotus franciscanus) y la langosta roja (Panulirus interruptus) en el Golfo de California, entre muchas otras.

Colabora con nosotros en los proyectos tecnológicos para la conservación y sé parte de la recuperación de la vida silvestre.

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