En los primeros años de este siglo, los habitantes de Santiago Ixcuintla, en Nayarit, se sorprendieron con una noticia inusual. La familia Vallarta Chan, propietaria de la Finca La Papalota, dio a conocer el avistamiento de huellas de jaguar (Panthera onca) en el predio que comprende su finca. Esto atrajo fuertemente la atención de expertos en conservación, pues el jaguar es un superpredador del sureste de México, poco frecuente en zonas montañosas del centro del país. Hasta ese momento, nunca se le había visto en esa zona de Nayarit.
De inmediato, los Vallarta Chan comprendieron la trascendencia de este hallazgo y dieron un claro ejemplo del compromiso ambiental, al privilegiar el cuidado del jaguar en la finca. En el año 2008 decidieron dar a La Papalota el carácter de Área Destinada Voluntariamente a la Conservación (ADVC), para asegurar el trabajo de estudio y conservación de los jaguares que habitan su finca. Desde entonces, como Pronatura Noroeste trabajamos en La Papalota para estudiar y cuidar a estos jaguares y favorecer su supervivencia.
Nuestra colaboración con La Papalota inició en coordinación con la dirección de la Reserva de la Biósfera de Marismas Nacionales, a la que se sumaron la Universidad Autónoma de Nayarit y la organización Jaguares Sin Protección. Esta última, junto con los propietarios de La Papalota y el apoyo de Pronatura Noroeste colocaron las primeras cámaras-trampa para documentar la presencia del jaguar y de otros animales en la finca.
La instalación de las cámaras fue un importante primer paso. Sin embargo, captar a los jaguares no es tarea fácil. Aún cuando se trata de un animal de gran tamaño (es el tercer felino más grande del mundo, solo superado por el tigre y el león) es astuto, elusivo y se deja ver muy poco. Encontrar jaguares en su hábitat es un enorme reto, pues pasan gran parte de su vida en solitario, con una densidad de 2 a 4 individuos por cada 100 kilómetros cuadrados.
Para conocer los desplazamientos del jaguar en su hábitat natural se utilizan collares localizador GPS, los cuales se colocan de forma inofensiva en algunos ejemplares. En el último lustro se han colocado varios collares a hembras y machos de jaguar en La Papalota, lo que brinda información esencial para la protección de estas magníficas criaturas en la selva nayarita. Los registros demostraron que al menos cuatro jaguares adultos permanecían gran parte del año en La Papalota, documentándose tres embarazos en las 368 hectáreas que comprenden la finca.
La labor de conservación en La Papalota también incluye el seguimiento a las cámaras-trampa y la reforestación del manglar. Además de la colaboración con la familia Vallarta Chan de La Papalota, con Jaguares Sin Protección y la Universidad Autónoma de Nayarit, también trabajamos en colaboración con la Reserva de la Biósfera Marismas Nacionales Nayarit y la Alianza Nacional para la Conservación del Jaguar.
Sin duda, el monitoreo y seguimiento a estos magníficos animales nos dará una esperanza para conservar esta especie emblemática de la fauna mexicana. Si hace más de 2,000 años el jaguar fue respetado y venerado por los olmecas y los mayas, nosotros como habitantes del México moderno debemos compartir esta responsabilidad.
Ayúdanos a evitar que el jaguar se aproxime a la extinción. Colabora con nosotros en este fascinante desafío por la conservación de la vida silvestre.