A lo largo de cuatro décadas el sitio Miguel Alemán fue tan solo una planicie semidesértica, con escasa presencia de plantas y animales. Tras 11 años de esfuerzo ininterrumpido y la siembra de más de 100 mil plantas nativas, en Pronatura Noroeste reforestamos esa zona del Delta del Río Colorado, hoy convertida en un pequeño bosque.
Sin duda, el modelo de esta exitosa acción de conservación ambiental puede replicarse en otras regiones del país. Gracias a la generosidad de donantes y voluntarios, de la mano con la alianza Revive el Río Colorado, nuestras brigadas de restauración de Pronatura Noroeste han plantado más de 100,000 plantas nativas, sembradas en cuatro viveros ubicados en el sitio. En ellas cultivamos Mezquite dulce o tornillo, Palo verde mexicano, Palo verde azul, Palo verde amarillo y Palo verde brea, así como el Arbusto cenizo y el Arbusto frutilla, cuyo fruto sirve de alimento a algunas aves como codornices, correcaminos y codornices.
En total, se ha identificado a 122 especies de aves en este nuevo hábitat, lo que significa un notable logro ambiental. Además, el crecimiento abundante de estas especies favoreció la recarga del acuífero, lo cual representa un beneficio no solo para la flora y fauna del sitio Miguel Alemán, sino también para los habitantes de la región al mejorar la calidad del aire y crear oportunidades para la convivencia y el esparcimiento en espacios públicos al aire libre.
La importancia del Delta del Río Colorado y el Golfo de California fue reconocida oficialmente por el gobierno mexicano desde 1993, al ser declarados Área Natural Protegida con categoría de Reserva de la Biósfera. No obstante, el sitio se vio afectado por las duras condiciones climáticas, la escasez de agua y la proliferación de plantas invasoras como el pino salado. Esto se modificó radicalmente a partir de nuestra intervención, pues en 2010, antes de que Pronatura Noroeste emprendiera esta restauración, se tenía registro de apenas 23 especies de aves. Por fortuna, la labor ha rendido frutos y al menos 122 especies de aves han decidido ocupar este nuevo hábitat.
Como puede verse, gracias al cuidado, amor y convicción de las 23 personas que conforman nuestro staff en el Delta del Río Colorado, con el soporte de más de 3,700 voluntarios que año con año nos acompañan en este esfuerzo, hoy es posible caminar en este oasis bajo la sombra de árboles nativos.
Conoce y apoya este programa ambiental con tu inversión.