Los pescadores de San Felipe en Baja California están en busca de nuevas formas de pesca para mejorar su producción y, al mismo tiempo, conservar este recurso para las generaciones venideras. Actualmente, las organizaciones de conservación que trabajan en el sitio, Pronatura Noroeste y Pesca ABC, en colaboración con el Centro Intercultural de Estudios de Desiertos y Océanos (CEDO), han entablado conversaciones con los pescadores locales para construir un proyecto de mejora pesquera e implementar una estrategia de trabajo que disminuya el impacto en el área.
Esto se debe a la preocupación de algunos pescadores por el daño al ecosistema marino que afecta los recursos. A su vez, algunas cooperativas consideran ya nuevas metodologías de extracción y manejo del producto. Por lo que el acercamiento con Pronatura Noroeste y Pesca ABC representa una esperanza en aguas inciertas, buscando salvaguardar su legado y, sobre todo, el sustento para sus familias.
La ardua jornada de los pescadores inicia alrededor de las tres de la mañana. Una vez listo para ir en busca de chano, curvina o el recurso que les permita la temporada, zarpan desde San Felipe y toman curso hacia el horizonte. Otras embarcaciones emprenden una larga travesía por carretera, para zarpar en la bahía de San Luis Gonzaga. Antes preparan las líneas con anzuelo y carnada, alistan a los buzos o se acomodan para tirar las redes. A pesar de esta preparación, en ocasiones es necesario de mucho esfuerzo para tener éxito.
Con una larga experiencia en esta labor, José Luis Meza, pescador de San Felipe, ha notado junto con otros pescadores que la cantidad y el tamaño de los peces disminuye cada temporada. Los pescadores más experimentados muestran su preocupación por el futuro de la pesca en la región, en parte porque muchos jóvenes anhelan un futuro laboral lejano al puerto y a su herencia pesquera. Además, algunos métodos de pesca utilizados desde hace muchos años como el chango (tipo de red de arrastre) ha reducido la cantidad de animales que están lejos de ser comerciables. Un ejemplo claro es el de las tortugas marinas. José Luis nos comparte que a muchos de los pescadores les gustaría que sus nietos conocieran a estas hermosas criaturas.
En contraste, un objetivo clave de Pronatura Noroeste en San Felipe es apoyar a los pescadores para obtener sus recursos con artes de pesca sostenible, como lo es la línea de mano y anzuelo. Estas permitirán que ellos mismos se apropien de los proyectos de conservación y mejora pesquera. Al implementar estas metodologías por iniciativa propia, además de reducir la pesca incidental —dando una oportunidad a especies como la vaquita marina—, podrán asegurar su fuente de ingresos en el largo plazo.
Aunque el reto de la pesca sostenible puede llegar a ser controversial, sabemos que los pescadores están dispuestos a enfrentar este importante desafío. Con la formación y acompañamiento necesarios, su labor es esencial para preservar los recursos pesqueros y lograr el beneficio para sus familias. Juntos lograremos conservar por mucho tiempo la riqueza que ofrece el Alto Golfo de California.
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