En las aguas prístinas de Bahía de los Ángeles habitan dos especies emblemáticas del Pacífico mexicano. Nos referimos al pulpo café (Octopus bimaculatus) y al pulpo verde (Octopus hubbsorum). Ambos juegan un papel fundamental en la cadena trófica de este ecosistema marino, como depredadores de pequeños crustáceos, bivalvos y otros animales, y a su vez, como alimento para gran cantidad de peces y mamíferos marinos. Asimismo, su importancia para la economía y el comercio de la región se debe a que ambas especies representan más del 80% de la producción de pulpo en Baja California.
No obstante, estos animales son altamente sensibles a los cambios de temperatura, las tormentas y los huracanes, así como a la sobreexplotación y la pesca furtiva. Es por ello que, gracias al interés de los pescadores locales, en colaboración con el sector académico y con nuestro equipo, el gobierno federal mexicano estableció una veda anual para evitar la captura del pulpo en los periodos de reproducción y de cuidado parental de los huevos. La veda para el Pulpo café comienza el 1 de agosto y para el Pulpo verde el 1 de septiembre de cada año, concluyendo ambos el 30 de noviembre. Esta prohibición de pesca aplica en más de 420,000 hectáreas, el área que comprende la Reserva de la Biósfera de Bahía de los Ángeles, Canal de Ballenas y de Salsipuedes (RBBLA) y el Parque Nacional Zona Marina del Archipiélago.
Desde hace más de 20 años promovemos el manejo de las pesquerías de pequeña escala y el hábitat de los recursos que se aprovechan en la pesca. Una de nuestras primeras tareas en Bahía de Los Ángeles consistió en apoyar a la comunidad en el diseño de la RBBLA, decretada en el 2007. Desde entonces colaboramos de manera habitual con la comunidad de pescadores, y recientemente con toda la cadena de suministro que incluye a los chefs, los comercios y los restaurantes de la región, para sensibilizarlos acerca de los beneficios de que la pesca de pulpo sea sostenible. Este seguimiento en Pronatura Noroeste corre a cargo del oceanólogo Christian García Portillo, Coordinador Regional de Proyectos en Bahía de los Ángeles y la Región de las Grandes Islas del Golfo de California. Entre las tareas de Christian y su equipo están impulsar el manejo integral de las pesquerías, la gestión con las comunidades, los pescadores locales y las autoridades. También se ocupan de la difusión y capacitación de las ventajas de cumplir con la veda de pulpo.
Estas acciones de conservación impactan positivamente en alrededor de 150 pescadores de la zona, más de 300 familias que dependen de esta actividad económica, centenares de comercios y restaurantes, y por supuesto, en la vida de miles de mexicanos que incluyen al pulpo en su dieta alimentaria. El respeto a la veda del pulpo café y el pulpo verde permite mantener una población de pulpo sana y mantener el equilibrio ambiental en esta región del Golfo de California y el noroeste de México.
Como antecedente a esta labor de manejo pesquero, podemos mencionar que en 2015 fueron los propios pescadores de Bahía de los Ángeles quienes implementaron la veda de forma voluntaria. En 2016 se formalizó la veda a través de un acuerdo de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, el cual se actualizó en 2017 para ampliar el polígono de aplicación. En febrero del 2022 se publicó el Plan de Manejo Pesquero del pulpo en la costa oriental de Baja California en el Diario Oficial de la Federación, con lo que el gobierno mexicano, en coordinación con el sector pesquero y Pronatura Noroeste, formalizó las acciones necesarias para asegurar que la pesquería de pulpo se lleve a cabo de forma sostenible.
Como puede verse, la subsistencia del pulpo café y el pulpo verde es un compromiso de todos; no solo quienes lo pescan, sino también quienes lo compran y lo consumen. De no ser así, estos animales quedarían expuestos a sufrir fuertes pérdidas poblacionales, e incluso a caer en la extinción.
Te invitamos a colaborar en este importante esfuerzo de conservación