La rica biodiversidad del noroeste de México está a la vista del mundo. Las playas, mares y océanos de aguas templadas en esta región privilegiada del planeta son el hábitat de una inmensa variedad de plantas y animales. En particular, los mamíferos marinos representan un tesoro faunístico notable, pues se estima que en el Golfo de California habita un tercio de los cetáceos del planeta y hasta el 39% de los mamíferos marinos hasta hoy conocidos.
Desde las majestuosas ballenas que migran del Ártico para tener a sus crías en los santuarios del Pacífico norte mexicano, hasta las colonias de pinípedos que animan las playas y los ecosistemas costeros e insulares, todas son criaturas asombrosas, altamente sensibles a factores de riesgo como los cambios de temperatura, pérdida del hábitat y la contaminación.
La importancia de los mamíferos marinos en el Pacífico norte y el Golfo de California fue motivo de análisis para un grupo de expertos de todo el mundo que se dio cita el pasado mes de junio en San José, Costa Rica. Allí se celebró el taller de Áreas Importantes para los Mamíferos Marinos (IMMA, por sus siglas en inglés) para analizar un total de 101 áreas naturales de interés para la conservación, a partir de evidencias científicas y una cartografía detallada de los hábitats de los mamíferos marinos en nuestro continente.
Como resultado del taller, que fue organizado por la Secretaría IMMA del Grupo de Trabajo de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN en inglés) sobre Áreas Protegidas para Mamíferos Marinos, los expertos establecieron 36 nuevas IMMA en el continente americano, entre ellas el Golfo de California y el Pacífico norte. Los expertos también identificaron cinco áreas candidatas a ser IMMA en función de un análisis más amplio, así como 11 áreas adicionales que adquieren el estatus de Área de Interés.
De esta manera, se confirma que el noroeste de México es una de las áreas más importantes para la conservación de mamíferos marinos en el mundo. Es aquí donde trabajamos como Pronatura Noroeste para conservar, proteger y recuperar a estas especies apoyando la protección de los hábitats vulnerables a través de más de 18 Áreas Naturales Protegidas (ANP) en el noroeste de México.
Las ANP son zonas cuyos ambientes originales no han sido significativamente alterados por la actividad humana y requieren ser preservados y/o restaurados. Esto se consigue a partir de la delimitación de la zona, la actividad de investigación, la generación de evidencias y, por último, el aval del gobierno mexicano. Esta labor requiere de un acompañamiento especializado y puede tomar años e incluso décadas.
Un ejemplo es la gestión que emprendimos en los albores de este siglo para lograr el decreto como ANP de la Reserva de la Biósfera de Bahía de los Ángeles, Canal de Ballenas y Salsipuedes. El decreto oficial se dio a conocer en 2007 tras una intensa gestión de nuestros expertos y de la colaboración de diversas organizaciones, entidades oficiales y la comunidad. Al considerarse como ANP, en la Reserva de la Biósfera Bahía de los Ángeles se consiguió la protección de 387 956 hectáreas, para así proteger a mamíferos marinos como la ballena azul (Balaenoptera musculus), la orca (Orcinus orca) y el lobo marino de California (Zalophus californianus), entre otras 14 especies de mamíferos marinos.
A su vez, se busca que las ANP operen como una red, y no solo hacia el interior de su territorio. Esto se debe a que muchas especies habitan y se mueven en más de una ANP. Articular una red de ANP fortalecerá el manejo de estas especies si se diseñan acciones coordinadas que permitan una correcta aplicación de la legislación ambiental, promover sistemas de gobernanza efectivos con la participación de las autoridades ambientales, las comunidades que se benefician económicamente de las actividades turísticas con mamíferos marinos, la academia y la sociedad civil, así como el sistema de gobernanza y el trabajo transversal para proteger a los mamíferos marinos.
Como puede verse, el impacto del taller de IMMA en Costa Rica tendrá un impacto de largo plazo en la conservación de la fauna regional. Las próximas ediciones de este taller se enfocarán en el Atlántico Sudoccidental en diciembre de este año y el Atlántico Nororiental en mayo de 2023.
Súmate a nosotros para afrontar el fascinante reto de la conservación de los mamíferos marinos.