En Pronatura Noroeste somos pieza clave en el esfuerzo internacional para la conservación de las aves playeras en nuestro continente.
Cada invierno, arriban al noroeste mexicano millones de aves playeras provenientes de Norteamérica, que en grandes bandadas escapan del frío para obtener refugio y alimento en nuestras costas y humedales, que se caracterizan por su clima templado. Numerosas especies aprovechan los recursos de nuestra región y así continuar su viaje a Centro y Sudamérica. Esta impresionante migración que impacta a muchas regiones y ecosistemas se extiende por más de 16,000 kilómetros y recibe el nombre de Ruta Migratoria del Pacífico.
Se trata de un fenómeno cada vez más estudiado por los expertos, pues en gran medida la migración de aves playeras en la costa del Pacífico sirve como un gran indicador del estado de salud de los ecosistemas. Las especies migratorias no solo tienen que superar un largo viaje que pone a prueba su supervivencia, sino que enfrentan amenazas ambientales, el cambio climático, la invasión urbana y la contaminación en sus hábitat temporal. De hecho, muchas de estas especies cambian su patrón migratorio por estas razones y están en riesgo de desaparecer. A tal grado que en los últimos 50 años ha desaparecido el 35% de las aves migratorias en todo el mundo.
El noroeste de México es una zona de transición en la Ruta Migratoria del Pacífico. Es por ello que en Pronatura Noroeste colaboramos en una alianza de coordinación multinacional conocida como Estrategia Internacional de Conservación de Aves Playeras de la ruta del Pacífico de las Américas. Esta acción colaborativa vincula a gobiernos nacionales, estatales y locales, así como a organizaciones ambientales para el monitoreo, el estudio y protección de las aves migratorias en todo su trayecto.
Al tener presencia en los principales humedales y costas de nuestra región, en Pronatura Noroeste generamos información sólida y actualizada para restaurar y mantener las poblaciones de aves migratorias, que por unos meses permanecen aquí y, en realidad, pertenecen no solo a México sino a todo el continente.
Una de las actividades que contempla esta estrategia es la conformación de mapas narrativos de la migración de las aves. Consiste en 28 proyectos asociados a la conservación de las aves migratorias, organizados en siete estrategias, con un panel de métricas para dimensionar el impacto de cada proyecto y difundir sus logros.
Como Pronatura Noroeste aportamos dos proyectos específicos, enfocados a las más de 250 especies de aves migratorias que pasan por nuestra región. En primera instancia, realizamos un estudio de los efectos del aumento del nivel del mar en el hábitat de las aves costeras, debido a que en el próximo siglo el nivel del mar crecerá entre 0.3 y 1.2 metros debido al calentamiento global. El estudio se enfoca en estimar los efectos de este cambio radical en los ecosistemas y en las playas.
El segundo proyecto es la participación en la red de estaciones Motus para monitorear la migración de las aves. Se trata de la instalación de antenas que detectan a ejemplares de aves que portan diminutos transmisores (los cuales no afectan su vida normal, ya que se colocan en una pata y no superan el 1% del peso del animal). Con la red de estaciones Motus se registra el momento de la llegada y partida de las bandadas migratorias, así como su ruta y los sitios que utilizan para alimentarse. La primera estación Motus en nuestra región la colocamos en enero del 2021 en el estero de Punta Banda, al sur de Ensenada. Para marzo del 2022 llegamos a las 14 estaciones, con la meta de completar una red de 24 estaciones Motus en los 15 humedales costeros de la región.
Estos dos proyectos son liderados por el coordinador de la iniciativa Motus en Pronatura Noroeste y candidato Doctoral en la Universidad de Carolina del Sur, Julián García Walther.
Conoce más nuestra labor de conservación de aves, e invierte en este proyecto de gran impacto.