Desde sus orígenes, el pueblo mexicano construyó una fuerte relación con el mar. Tanto las culturas de Mesoamérica como el México colonial y contemporáneo han establecido profundos vínculos con los mares y océanos. Nuestro país es privilegiado por su vasta extensión de costas, con más de 15 mil kilómetros incluyendo las costas continentales y las costas de islas. De ahí que la pesca sea esencial en el desarrollo y el bienestar de gran parte de la población. Según datos del INEGI, más de 200 mil mexicanos se dedican actualmente a la actividad pesquera y acuícola, sobre todo en las comunidades costeras.
Pero una actividad tan demandante no se sostiene sin un manejo responsable. Conocer y cuidar los recursos marinos es una obligación que no solo incumbe a los pescadores, sino también a las empresas productoras, los comercios y restaurantes, el gobierno, las organizaciones de conservación y las propias comunidades. Para lograr el manejo responsable de los recursos pesqueros existen los Proyectos de Mejora Pesquera (FIP por sus siglas en inglés), que contribuyen de manera integral a la pesca sostenible. A nivel mundial los FIP se basan en los estándares de sostenibilidad que establece el Marine Stewardship Council (MSC).
Como Pronatura Noroeste, impulsamos y coordinamos un total de ocho FIPs en la región. Esto conlleva un reto enorme debido a la dispersión geográfica y a las diferencias de contexto para llegar a todos los eslabones de la cadena productiva. El desafío es fortalecer las prácticas de pesca sostenible en las comunidades, donde la incorporación de cambios en los procesos representa un reto constante.
Por ello llevamos a cabo talleres de sensibilización dirigidos a pescadores, productores e integrantes de las comunidades. El objetivo es que los participantes compartan su conocimiento y experiencia para perfeccionar las prácticas y preservar así los recursos pesqueros en el largo plazo.
El pasado mes de julio nuestro personal impartió talleres de los FIP del erizo rojo (Mesocentrotus franciscanus) y la langosta roja (Panulirus interruptus) para un total de 110 participantes. Esto se llevó a cabo de forma presencial en los campos pesqueros y comunidades de El Socorrito, El Rosario, Puerto Canoas y Santa Rosaliíta, en la costa del Pacífico en Baja California. Gabriela Ehuan, nuestra Coordinadora de Proyectos de Mejora Pesquera del Erizo rojo y la Langosta roja, está a cargo de esta actividad que ha generado entusiasmo en los participantes. De hecho, se tienen programados seis nuevos talleres para el mes de octubre en comunidades costeras de la región.
En los talleres se incluyen actividades lúdicas y de divulgación, con juegos de mesa y ejercicios que resultan atractivos para los participantes. Los participantes reflexionan de forma colaborativa en temas relacionados con cada pesquería, como las capturas racionadas según la población de las especies, el registro de capturas en bitácoras y los acuerdos colectivos para avanzar hacia una pesca sostenible.
Te invitamos a colaborar con nosotros en ésta y otras actividades de los FIP y la pesca sostenible.