Todos los años, los humedales del noroeste de México reciben un espectáculo único. Alrededor de un millón de aves playeras nacidas a miles de kilómetros de distancia, en Norteamérica y el lejano Ártico, toman una decisión por la que arriesgan la vida. Vuelan durante meses y arriban a las playas humedales y esteros en el Golfo de California y el Pacífico mexicano, en busca de refugio y alimento. Después de recuperar fuerzas, algunas de ellas continúan su largo viaje a Centro y Sudamérica, mientras que otras pasarán el resto del invierno en las costas de México.
Este fenómeno migratorio ha sido estudiado largamente por los biólogos y expertos en fauna silvestre. Analizar la migración anual de aves nos permite conocer mejor el comportamiento de estas asombrosas especies y su impacto en la cadena trófica. Pero el conocimiento que obtenemos con el monitoreo biológico es cada vez más amplio. Descubrir a dónde viajan estas aves y por qué se mueven a lo largo del continente nos ayuda a comprender muchas otras cosas, como la relación que guardan con el hábitat y los riesgos que representan para la vida silvestre la contaminación, los cambios de temperatura y los estragos del cambio climático.
Aunque sabemos cada vez más sobre el comportamiento animal, falta mucho por descubrir y algunas de las grandes preguntas siguen siendo un misterio. Nuestros expertos en Pronatura Noroeste tienen mucho que aportar al respecto. El monitoreo biológico es una de las principales tareas que realizamos, en alianza con organizaciones, centros de investigación y gobiernos de países como Canadá y EE. UU. Esto se debe a que nuestras costas y humedales, debido a sus características y a la ubicación geográfica, forman parte de la Ruta Migratoria del Pacifico en América.
En la fascinante labor de conservación echamos mano de distintas herramientas tecnológicas. Una de ellas es la red de estaciones Motus, con la que registramos el viaje de las aves en la vasta geografía del noroeste mexicano. Las estaciones Motus (la palabra significa movimiento en latín) se colocan en sitios estratégicos de la ruta migratoria, con antenas que captan el paso de las aves que portan un pequeño radiolocalizador con alcance de 10 a 20 kilómetros. Esta red cuenta con más de 1000 estaciones en todo el continente, aunque la presencia en Latinoamérica aún es insuficiente.
Con Pronatura Noroeste como principal impulsor de las estaciones Motus en el noroeste de México, esta red sigue en expansión y es más robusta que nunca. Desde el año 2020 hemos instalado 19 estaciones en 15 humedales prioritarios en la región. Además, proyectamos instalar 12 estaciones más en los próximos dos años.
Además de la tecnología Motus, también implementamos otras herramientas. Como los biologgers, pequeñas “mochilas” que colocamos en algunas aves para registrar su ubicación durante el vuelo. Esto se logra gracias a un diminuto GPS. Cuando los biologgers se encuentran a una distancia de 1 a 2 km del ave, se descargan los datos registrados por el biologger mediante una antena portátil. La información que obtenemos resulta de gran utilidad para orientar las tareas de conservación y protección de las aves migratorias y su hábitat.
Asimismo, como parte de la actividad integral de monitoreo de vida silvestre en la región, contamos con tecnología satelital para registrar el movimiento de las aves en las costas y humedales. Una vez que las aves son marcadas con estos transmisores satelitales, la ubicación de un ave marcada se registra vía satélite y se envía por internet a nuestros expertos.
Entre las especies a las que le damos seguimiento con estos recursos tecnológicos, todas relevantes para la conservación, están el playero rojizo del Pacifico (Calidris canutus roselaari), el chorlo nevado (Charadrius nivosus) y el charrán mínimo (Sternula antillarum), entre otros. No obstante, más de tres docenas de especies marcadas por investigadores y conservacionistas a lo largo del hemisferio han sido detectadas por nuestra red de estaciones Motus. Esto aporta evidencia de los impresionantes trayectos migratorios de estas aves.
Únete a Pronatura Noroeste en el monitoreo biológico de las aves migratorias, una tarea intensa y relevante que nos interesa a todos.