PNO y UABCS emprenden el conteo de aves migratorias en humedales del noroeste de México

Cada invierno se vive un fenómeno natural de gran escala en el noroeste de México. Nos referimos a la llegada de centenares de miles de aves que migran desde el norte del continente para pasar el invierno en los humedales de la península de Baja California, Sonora, Sinaloa y Nayarit. Las aves playeras y acuáticas aprovechan el clima templado de la región, y encuentran aquí el refugio y el alimento necesarios. Esto convierte a los humedales del noroeste de México en un punto estratégico para la supervivencia de estas especies. 

Es por ello que esta semana Pronatura Noroeste (PNO), junto con el Laboratorio de Aves de la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS), iniciará el conteo masivo de aves migratorias en los 15 humedales más importantes de la región. El registro detallado de la población de estas aves migratorias se lleva a cabo con métodos de observación científica, el uso de vehículos terrestres, acuáticos y aéreos, instrumentos tecnológicos y personal técnico calificado de ambas instituciones. También se cuenta con la participación del gobierno federal a través de la Comisión Nacional de Áreas Protegidas.

Asimismo, este procedimiento de conservación ambiental que se implementa cada dos años sirve también para dar a conocer el estado en el que se encuentran los humedales y las posibles amenazas para la conservación del hábitat de estas aves. Cabe mencionar que, según el conteo de los últimos años, se ha observado una disminución poblacional del 11% en la abundancia de las aves que utilizan el llamado corredor migratorio del Pacífico, que comprende toda la costa oeste del continente. Algunas especies de aves migratorias se encuentran amenazadas o incluso en peligro de extinción, por lo que el monitoreo de sus poblaciones durante la temporada invernal en el noroeste de México aporta información de gran relevancia ecológica.

Esta labor encabezada por Pronatura Noroeste y la UABCS forma parte de un esfuerzo continental, en el que múltiples instituciones se coordinan para registrar y estudiar el ciclo de vida de las aves migratorias. En este sentido, Gustavo Danemann, Director de Pronatura Noroeste, explicó la relevancia de esta labor al afirmar que “el monitoreo de la vida silvestre, en este caso de las aves migratorias, nos permite conocer los signos vitales de sus poblaciones y de los ecosistemas que les sirven como hábitat.”

La colaboración por más de dos décadas entre estas instituciones ha permitido un trabajo sostenido para crear amplias bases de datos, esenciales en los esfuerzos de conservación y el cumplimiento a las leyes en esta materia. Gracias a los resultados de este monitoreo invernal en el periodo 2015-2020 se sabe, por ejemplo, que los humedales de la región son el hogar de más de 1.6 millones de aves playeras de por lo menos 31 especies y que la mayoría de estas aves se da cita en locaciones específicas, como la laguna Huizache-Caimanero en Sinaloa, que concentra el 23.2% del total de aves migratorias invernales, seguida por la laguna Guerrero Negro en Baja California Sur con 17% y Bahía Santa María en Sinaloa con 10.7% del total de aves registradas, respectivamente.

Como puede verse, el conteo bianual de aves por parte de Pronatura Noroeste y la UABCS es una acción decisiva para garantizar la conservación de estas especies. Muchas de ellas concentran en esta migración gran parte de su población total mundial, y son altamente sensibles al cambio climático, la contaminación y la expansión urbana, por lo que este esfuerzo de conservación ambiental debe mantenerse.

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