Cada primavera, justo después de las mareas altas, entre febrero y mayo, las playas del Golfo de Santa Clara, Sonora, viven un espectáculo como ninguno. Miles de ejemplares del pejerrey (Leuresthes sardina) se dan cita para emprender el frenesí de su ciclo reproductivo. Las hembras salen a la orilla y entierran su cuerpo parcialmente en la arena para depositar los huevos. A su alrededor se congregan los machos en millares, para sacudir con fuerza el cuerpo y fertilizar los huevos. Este acontecimiento transcurre en un periodo de hasta dos horas, en el que cada pez se mantiene fuera del agua unos veinte segundos.
Se trata de un suceso de alta importancia ecológica, ya que, además de permitir la reproducción masiva del pejerrey, acuden al sitio miles de aves playeras y otros depredadores que aprovechan la abundancia de peces para alimentarse.
El pejerrey es un pez endémico del Golfo de California, similar a la sardina, con una longitud de alrededor de 25 centímetros. En los últimos años se ha convertido en un símbolo para los residentes del Golfo de Santa Clara, además de un objetivo para los visitantes que acuden a presenciar el desove en la playa. Sin embargo, la presencia multitudinaria de los peces los deja en situación vulnerable debido al paso de vehículos de playa. Esto obliga a emprender acciones para la protección de esta singular especie, delimitar la zona y asegurar su reproducción.
La comunidad dio el primer paso en el año 2015, cuando un grupo de residentes del Golfo de Santa Clara se interesó en la protección del pejerrey y su hábitat. Se llevaron a cabo acciones de capacitación para residentes y visitantes, con la asesoría de la Reserva de la Biósfera Alto Golfo de California y el Delta del Río Colorado, así como de Pronatura Noroeste y otras organizaciones ambientales.
A partir de entonces, el grupo se ha mantenido gracias a las mujeres. Este colectivo comunitario es un ejemplo de participación de la sociedad civil con fines de conservación, ya que ellas se encargan de transmitir información a los turistas y realizan actividades recreativas para los visitantes. El grupo denominado “Cuidando al playero rojizo y al pejerrey” se enfoca en la protección de estas dos especies representativas del Golfo de Santa Clara. La interrelación entre ambas especies se debe a que el playero rojizo del Pacífico (Calidris canutus roselaari), una subespecie en peligro de extinción, se alimenta principalmente de huevos de pejerrey.
En seguimiento a este logro de la comunidad, en 2022 apoyamos con la instalación de un cerco temporal para la protección de las zonas de desove del pejerrey. Al delimitar esta franja segura, transcurrió sin inconvenientes el periodo de incubación del pejerrey, y al mismo tiempo, la alimentación del Playero rojizo en las playas del Golfo de Santa Clara.
Como Pronatura Noroeste ofrecemos el acompañamiento, la experiencia y el respaldo científico a las mujeres del Golfo de Santa Clara en esta exitosa tarea de conservación. De igual manera, la comunidad cuenta con el apoyo del Laboratorio de Aves de la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS) y de la Reserva de la Biósfera, en lo que constituye un modelo de preservación que puede replicarse en otras regiones del país.
Acompáñanos a hacer realidad la reproducción del pejerrey y la alimentación del playero rojizo.