Cada día, más de 250 mil habitantes hacen de La Paz una de las ciudades más vibrantes en la península de Baja California. Amanecen con la Bahía de La Paz frente a ellos. La ciudad fue fundada sobre un territorio árido, pero sus alrededores esconden impresionantes refugios de flora y fauna, algunos naturales y otros tantos recuperados, gracias al esfuerzo de muchas personas preocupadas por mantener estos espacios para la fauna nativa y de acceso libre a la comunidad.
Destaca en el mapa urbano el Ecoparque Municipal de la Juventud y su humedal artificial, un espacio de importancia biológica y cultural inmerso en la capital sudcaliforniana. Fundado en 2020, el humedal, que antiguamente funcionaba como lagunas de oxidación, se ha convertido en un espacio que recibe a un número importante de aves residentes y migratorias, además de otras especies, lo que a su vez ha servido de puente de encuentro de la comunidad paceña con su entorno natural. El nombramiento oficial significó, literal, una segunda oportunidad para este espacio que sufría de una notoria desecación, pues se nutre de agua tratada proveniente de la Planta aledaña, la cual disminuyó drásticamente, previo al nombramiento.
Conformado por cuatro lagunas, este humedal artificial sirve de hábitat a más de 230 especies de aves, lo que representa el 50% de las registradas en Baja California Sur. Parte importante de este trabajo de monitoreo y registro científico ha corrido a cargo de Roberto Carmona, Victor Ayala y el equipo del Laboratorio de Aves de la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS). Durante los monitoreos se han detectado, por ejemplo, 10 individuos de Mascarita peninsular (Geothlypis beldingi), especie catalogada como «Vulnerable» por la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (IUCN, por sus siglas en inglés), en peligros de extinción por el Gobierno Mexicano (NOM-059) y actualmente bajo la guardia de Pronatura Noroeste, sumados al registro de 10 parejas reproductivas del zambullidor menor (Tachybaptus dominicus), especie bajo protección especial en la NOM-059, por nombrar algunas de las especies de interés para la conservación.
La de Pronatura Noroeste ha sido una participación activa, junto al Laboratorio de Aves de la UABCS, la Agencia de Restauración Forestal CIPACTLI, la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) y el Programa de Soluciones Costeras, que buscan fortalecer la figura de conservación del sitio. Acciones concretas como la instalación de señalética dirigida a los visitantes del Ecoparque, la publicación de la primera guía de aves comunes del sitio y la realización del primer Festival de Aves Playeras, que contó con la presencia de más de 500 personas, acciones que han fomentado el reencuentro entre la comunidad y la naturaleza del sitio.
“Este Ecoparque con sus lagunas es el único en su tipo en La Paz. El humedal artificial sirve de refugio a muchas especies de aves y, principalmente, como ejemplo de lo que podemos lograr con un poquito de agua apostada a la conservación. Además de las aves, regresó la comunidad, que utiliza el parque como espacio de esparcimiento, de encuentro y aprendizaje”, comentó Sergio González, coordinador de Baja California Sur de Pronatura Noroeste.
El esfuerzo de conservación ha rendido sus frutos. A partir del historial de monitoreos efectuados en las lagunas, se constata un incremento sustancial en la abundancia y riqueza de las aves, pasando de 4 mil individuos de 37 especies en el periodo 2019-2020, a casi 12 mil individuos de 57 especies en el periodo 2023-2024. Las cifras corroboran que vamos por el camino correcto hacia la recuperación de este espacio convertido en un santuario de las aves.
Alcanzar nuevas metas de conservación en las lagunas del Ecoparque Municipal de la Juventud requiere del apoyo de todos. Si eres de La Paz o simplemente gustas de apoyar todo lo que tenga que ver con conservación, da clic aquí y contribuye a mantener este proyecto andando.