Cada vez que una familia se alimenta con productos del mar se completa un ciclo largo y complejo. Los recursos marinos proveen de nutrientes a millones de consumidores y representan una importante fuente de ingresos para cientos de familias. En el noroeste de México, esto convierte a la pesca en un puntal para el desarrollo regional.
Por esa razón, siempre debemos preguntarnos: ¿podemos extraer del mar todo lo que queramos, siempre que podamos? La respuesta es no. Las especies marinas son altamente vulnerables a factores como la sobreexplotación y la reducción del hábitat.
De ahí la importancia de los Proyectos de Mejora Pesquera (FIP por sus siglas en inglés) que fomentan la sostenibilidad de cada pesquería en un país o región determinada. Una de las fortalezas de los FIP es que se basan en el estándar internacional que establece el Consejo de Administración Marina (MSC).
Un caso particular en Baja California es el FIP del erizo rojo (Mesocentrotus franciscanus). En este trabajamos para mejorar las prácticas y alcanzar una pesquería sostenible de esta especie de equinodermo que habita los fondos rocosos en la costa del Pacífico, desde Alaska hasta la Isla de Cedros.
Este animal es inconfundible por su cuerpo en forma de globo cubierto completamente de púas. Llega a medir hasta 19 cm de diámetro en el caparazón. Por su popularidad en la industria gastronómica, desde la década de 1970 es un producto que tiene gran demanda, sobre todo en el mercado japonés, chino y estadounidense.
Desde 2019 hemos impulsado el FIP del erizo rojo, a través de la elaboración de diagnósticos y estudios diversos. Estos han sido utilizados por las entidades gubernamentales para impulsar la pesquería sostenible.
Debido al dinamismo propio de la actividad pesquera, el FIP requiere ser conocido por todos los involucrados en la pesquería del Erizo rojo, como son las empresas comercializadoras, los investigadores, el gobierno federal y estatal, las propias comunidades y un total de 14 organizaciones pesqueras que existen en Baja California.
Uno de los factores que se relacionan con el crecimiento de poblaciones sanas de Erizo rojo es la recuperación de los bosques de macroalgas pardas. Esto generó la necesidad de capacitación para integrantes del sector pesquero. A petición de los propios productores, en colaboración con el Instituto de Investigaciones Oceanológicas (IIO) de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) se impartió un Taller de Maricultivo de Algas Pardas.
Este taller se llevó a cabo del 14 al 18 de julio de 2022 con la participación de 13 personas en modo presencial. Entre los asistentes se contó con perfiles estratégicos para atender la problemática en cuestión, con productores, pesqueros y funcionarios del Instituto Nacional de Pesca (INAPESCA) y de la Secretaría de Pesca y Acuacultura (SEPESCA) en Baja California.
El objetivo del taller fue ofrecer herramientas que encaminan la implementación de actividades de recuperación de mantos de macroalgas, como parte de una estrategia integral para fortalecer las poblaciones de erizo rojo.
Los investigadores ofrecieron carretes con plántulas de macroalgas para realizar siembras prueba en los polígonos de pesca de los productores. El sembrado de estos carretes permitirá una mejor caracterización de los ambientes de la costa de Baja California.
Te invitamos a colaborar en el Proyecto de Mejora Pesquera (FIP) del Erizo rojo. Para conocer más esta pesquería sostenible, entra aquí:
https://fisheryprogress.org/fip-profile/mexico-baja-california-red-sea-urchin-diver-caught