Desde la disminución del flujo de agua por el cauce original en el Delta del Río Colorado, el impacto sobre el corredor ripario y los mantos acuíferos ha sido pronunciado. Frente a la pérdida de flora nativa y una desertificación acelerada, el éxito del proyecto de restauración Miguel Alemán ha significado un bocado de aire fresco —y de esperanza—, además de una muestra de lo que es posible con ingenio, esfuerzo y un poco de agua.
Como parte de las iniciativas de conservación en el Delta del Río Colorado impulsados por Pronatura Noroeste, en conjunto con aliados como Fundación Río Arronte, Walton Family Foundation, la Comisión Internacional de Límites y Aguas, el Buró de Reclamación, Quálitas y la Alianza Revive El Río Colorado, desde 2010, participamos directamente en la rehabilitación de 170 hectáreas —de una concesión de 190 hectáreas— que estuvo dominado por plantas exóticas e invasoras.
Un proceso de restauración ambiental requiere de tiempo. Años de trabajo ininterrumpidos guiados por un plan estratégico con etapas bien definidas. Dar con un diseño de restauración mediante una evaluación del polígono de trabajo fue el primer paso del proyecto: el banderazo de salida.
En esta etapa, se obtuvieron datos clave del sitio potencial como el tipo de suelo, la profundidad del acuífero, la disponibilidad de fuentes de agua y huellas de antiguos meandros en el lugar que sirvieron para delimitar áreas de oportunidad.
Una vez definido el sitio, se procedió a la detección y desmonte de especies exóticas. Esta segunda etapa concentró los esfuerzos en la extracción de pino salado (Tamarix ramosissima), una planta invasora de poco valor ecológico que no permite el crecimiento de plantas nativas, y que se había diseminado por el terreno sin control. Para completar la dura faena, fue necesaria la contratación de maquinaria pesada y una cuadrilla de personal en campo. A la par de estas actividades, comenzó la instalación del sistema de irrigación desde el Canal Reforma, de donde se obtendría el agua para el riego de las plantas en el sitio.
También comenzó la producción de plantas nativas que serían trasplantadas al sitio una vez completado el desmonte y adecuación del terreno. Especies como el álamo (Populus fremontii), el sauce (Salix gooddingii), el mezquite dulce (Prosopis glandulosa), palo verde mexicano (Parkinsonia microphylla), mezquite tornillo (Prosopis pubescens) y palo fierro (Olneya tesota), entre otras, germinan y se desarrollan dentro de 4 viveros administrados por Pronatura Noroeste. Hoy en día, los viveros tienen una capacidad de producir 70,000 plantas en contenedores de medio galón.
En la tercera etapa comenzaron las obras de riego y reforestación. La iniciativa de restauración contemplaba tres tipos de hábitat: el bosque ripario, conformado por álamos, sauces y plantas acuáticas, que depende de una irrigación por inundación; el bosque de mezquite, integrado por diferentes especies de mezquite y palo verde, que crecen en áreas que requieren una demanda menor de agua; y la terraza alta, las zonas más alejadas del cauce y por ende más seca y de suelos arenosos, por lo que su restauración implica complicaciones.
Esta etapa fue una de las más emotivas del proyecto en Miguel Alemán, ya que se contó con la participación de voluntarios en la siembra de arbolitos y otras tareas, provenientes en su mayoría de Mexicali y San Luis Río Colorado. Durante las jornadas de plantación, realizadas en primavera y otoño para garantizar la supervivencia de las plantas, se sumó la participación de hasta 500 voluntarios al año. En total, registramos la participación de 3,500 voluntarios en un periodo de 6 años.
La última etapa conlleva actividades de monitoreo biológico y una minuciosa documentación de los avances hasta el momento. Nuestro equipo se concentra en labores de mantenimiento permanentes como deshierbe, cambio de plantas muertas y arreglar cualquier desperfecto que pueda surgir en el sistema de irrigación. Gracias a que el bosque crece de forma saludable, es posible llevar monitoreo de aves y obtener datos que sirven como indicadores de éxito de la restauración.
Han pasado 13 años desde que comenzamos el proceso de restauración en el sitio Miguel Alemán. Desde entonces, pasó de ser un terreno invadido con plantas exóticas, con apenas 23 especies de aves detectadas, al bosque de 122,000 plantas nativas que sirve de hábitat a más de 122 especies de aves, según los últimos monitoreos de nuestros expertos.
Para el equipo de Pronatura Noroeste, el sitio Miguel Alemán es un caso de éxito. Continuaremos con nuestra presencia para cuidar del bosque y dar mantenimiento a la infraestructura hidrológica. Lo cierto es que estos resultados favorables nos motivan a continuar con un nuevo proyecto ubicado en el sitio Janitzio, en el mismo valle de Mexicali, Baja California.
En un área de 140 hectáreas comenzaremos pacientemente el proceso de nuevo; desde la primera etapa hasta la última. Atentos a cada detalle como lo marca el plan de restauración. El objetivo es que, después de unos años de trabajo, podamos dar la bienvenida a la comunidad a un nuevo bosque de plantas nativas en el Delta del Río Colorado.
Contribuye a este bello proyecto de restauración en el noroeste de México.