Los seres humanos hemos buscado históricamente asentarnos cerca de cuerpos de agua, y muchas veces hemos olvidado ver al río. Éstos en la mayoría de las ciudades se han pavimentado, desviado o incluso bloqueado, ocasionando grandes problemas para la biodiversidad, la recarga de los mantos acuíferos y el drenaje de agua de lluvia.
Por ello, con una visión integral de las cuencas, en Pronatura Noroeste empleamos distintos instrumentos legales para protegerlas y restaurarlas. Es a través de herramientas como las servidumbres ecológicas, convenios con dependencias y acuerdos binacionales con los que procuramos la estabilidad de la cuenca del Río Tijuana.
En 2003 con Fundación La Puerta conservamos a perpetuidad 819 hectáreas a través de una Servidumbre Ecológica, un acuerdo en el que el propietario voluntariamente destina el uso del predio a favor de la conservación. Con éste se protege el cerro Cuchumá que se ubica en la frontera de México y Estados Unidos y que para Tecate y los bajacalifornianos es de gran valor histórico-natural.
También, en el marco del Acta 320, participamos como el representante de la sociedad civil mexicana en temas ambientales en el grupo de trabajo binacional encabezado por la Comisión Internacional de Límites y Aguas de México y Estados Unidos.
En el 2012 iniciamos el proyecto de Restauración del Corredor Ripario del Río Tijuana, y en 2015 concretamos una concesión de 9.4 hectáreas en dicho corredor, donde se ubican los únicos tres kilómetros del cauce natural del Río que no se encuentran canalizados. En este espacio desarrollamos proyectos de restauración de hábitat para la vida silvestre y para las comunidades del área.
Además logramos un convenio con CESPT, para destinar el 30% del agua tratada en la Planta de tratamiento Arturo Herrera al cauce del río, con ella se apoyarán las actividades de restauración del río y la creación de un parque fluvial.
Así, a través de estos instrumentos promovemos la protección y la estabilidad de los 4 430 km2 que abarca la Cuenca del Río Tijuana.