Catálogo de Aves Playeras del Noroeste de MéxicoExposición fotográfica
Fotógrafos (orden alfabético): Victor Ayala Perez (VA), Roberto Carmona (RC), Adriana Hernandez (AH) Gerardo Marrón (GM), Luis Mendoza (LM), Fernando Pozas (FP), Mariel Reyes (MR) Y Eduardo Soto Montoya (ES).
Los playeros se cuentan entre las aves acuáticas migratorias más abundante y ampliamente distribuidas en las costas del Pacífico americano.En Norteamérica se reproducen 49 especies, que en su mayoría anidan en el subártico, incluida Alaska, Canadá y las regiones norteñas de Estados Unidos. Estas especies pasan el invierno en áreas desde el sur de los EUA hasta Patagonia, por lo que realizan migraciones anuales de entre 5,000 y 15,000 km entre sus áreas de reproducción y sus sitios de invernación. En sus migraciones a lo largo del continente americano estas aves utilizan tres grandes corredores: el del Atlántico, el Transcontinental y el del Pacífico, por el número de especies y de individuos que lo utilizan, el más importante es el del Pacífico.
Durante las épocas migratorias e invernal los playeros se encuentran normalmente asociados a humedales, concentrándose en áreas generalmente mucho más pequeñas que en sus sitios de reproducción. Por tal razón, la pérdida de los humedales utilizados por estas aves puede tener un impacto negativo importante sobre sus tamaños poblacionales. Como ejemplo de esto, el Plan de Conservación de Aves Playeras de Estados Unidos señala que al menos nueve especies de aves playeras del Pacífico de América del Norte han disminuido significativamente sus poblaciones.Algunas de las especies que se han visto más afectadas por el deterioro de los humedales son el Chorlo nevado (Charadrius nivosus), el Zarapito de pico largo (Numenius americanus)y el Playero rojizo (Calidris canutus), todas estas especies se encuentran bien representadas en el territorio mexicano.
La disminución de los números poblacionales de una especie puede reflejar un deterioro en los sitios de anidación, en los sitios de paso e invernación, o incluso una combinación de ambos factores. Para poder determinar cuál de los escenarios es correcto, y por ende definir qué acciones de manejo y conservación deben implementarse, es imprescindible contar con planes de monitoreo eficientes para los diferentes sitios. El monitoreo de poblaciones se recomienda además particularmente para México,dada su posición geográfica estratégica para las especies migratorias, tanto como sitio de invernación como por su condición de zona de paso para las aves que viajan hasta Centro y Sudamérica.
El noroeste de México es reconocido como una región particularmente importante para las aves playeras. La abundancia y disponibilidad de hábitat existentes proporciona áreas de reproducción, invernación y zonas de paso para al menos 45 especies de aves playeras, incluyendo especies y poblaciones identificadas como prioritarias en los planes de manejo de estos grupos en México, Estados Unidos y Canadá. Entre las especies de aves playeras más relevantes se incluyen el 70% de los Picopando canelos (Limosa fedoa), 35% de Playerito occidental (Calidris mauri), 70% de los Costureros de pico corto del Pacífico (Limnodromus griseus caurinus), 45% de las Avocetas americanas (Recurvirostra americana), 28% de los Chorlitos nevados (Charadrius nivosus), 65% de los Ostreros americanos (Haematopus palliatus frazari), y entre el 40 y el 80% de los Playeros rojizos del Pacífico (Calidris canutus roselaari).Por la importancia anterior en el noroeste de México existen 11 sitios incluidos dentro de la Red Hemisférica de Reserva para Aves Playeras, mismos que representan el 44% del total de sitios designados por la Red en la costa norte del Pacífico, y el 73% de todos los sitios en el país.
Estas especies en particular y las aves acuáticas migratorias en general, enfrentan en el noroeste de México una serie de amenazas para su conservación, ligadas principalmente a la falta de planificación en el uso de los humedales donde habitan y de los que dependen. Un problema adicional es la falta de divulgación respecto a la importancia del país para estos organismos, pues salvo los directamente involucrados (manejadores de áreas naturales protegidas, investigadores y conservacionistas), poca gente sabe de la existencia de estas aves y de lo intrincadas que pueden ser sus estrategias migratorias. Para contribuir a la conservación de estas aves la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas incluyó un Programa de Monitoreo Biológico para los 11 sitios reconocidos por la Red Hemisférica en el Noroeste del país. Responsabilidad que en 2013 recayó en la Organización No Gubernamental Pronatura Noroeste y su socia académica la Universidad Autónoma de Baja California Sur.
Un producto adicional, enfocado a difundir la belleza y variedad de estas aves, lo representa la exposición fotográfica virtual que se presenta. En ella se pretende ejemplificar la variedad de especies, formas, colores y tamaños que estos organismos pueden presentar. Todas las fotografías provienen del noroeste de México y la mayor parte fueron captadas por miembros del Laboratorio de Aves del Noroeste de la Universidad Autónoma de Baja California Sur.La exposición muestra 33 especies, lo que representa el 74% del total de especies registradas. Esperemos la disfruten, como nosotros lo hicimos al captar las imágenes.